Instituto María Inmaculada A-482
lunes, 29 de febrero de 2016
jueves, 19 de noviembre de 2015
Nuestro Ideario
El Instituto María Inmaculada
(A-482) es un centro educativo que pertenece a la obra de las Religiosas de
María Inmaculada (rmi), que según la iniciativa de su fundadora Santa Vicenta
María López y Vicuña, pretende acompañar a las jóvenes que se preparan para su
participación activa en la sociedad, proponiéndoles el proyecto de vida
cristiano. Se presenta como una comunidad que ofrece su servicio en el ámbito
de la educación –desde la misión evangelizadora de la Iglesia-, orientada a
promover la formación integral de jóvenes y adolescentes.
“El contenido de nuestro anuncio evangelizador es
Jesús: su nombre, su persona, sus actitudes, sus gestos, sus palabras y la
doctrina siempre nueva de las bienaventuranzas” (Documentos C. 1992 n. 30).
Presentamos a María como modelo de educadores y educandos en su disponibilidad
al servicio, fidelidad, sencillez, laboriosidad, cercanía.
Acompañamos
y orientamos a nuestras alumnas en el ámbito de una experiencia educativa
pastoral que ayude a su desarrollo personal en todas sus dimensiones:
espiritual y corporal, intelectual y afectiva, ética y comunitaria, según el
Evangelio; en consonancia con la Ley N°26.206
de Educación Nacional, según la cual la educación “brindará las oportunidades
necesarias para desarrollar y fortalecer la formación integral de las personas a lo largo de toda la vida y promover en cada
educanda la capacidad de definir su proyecto de vida, basado en los valores de
libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad, justicia,
responsabilidad y bien común” (art. 8). En este marco, procuramos
una educación que acompaña a las alumnas teniendo en cuenta las necesidades y
capacidades de cada una, promoviendo su maduración personal y su capacidad de
vincularse enriquecedoramente con los otros.
Buscamos
proveer a las alumnas las herramientas que las habiliten a una mayor y mejor
participación en la sociedad a través de su desempeño laboral y profesional,
haciendo de ellas ciudadanas comprometidas con el mundo y conscientes de su
vocación humana y cristiana. Apuntamos así un segundo objetivo, la
socialización de las alumnas para facilitar su integración al mundo adulto
manteniendo su capacidad crítica y adquiriendo la perspectiva del interés
común.
En la
formación académica, procuramos la transmisión de conocimientos y competencias
que sean relevantes para integrarse a una sociedad democrática y al mundo del
trabajo. En este empeño atendemos especialmente a la articulación con estudios
de nivel superior y la promoción de la educación permanente.
Siguiendo los lineamientos de
las enseñanzas de la Iglesia, trabajamos por una educación integral de calidad
para una cultura del encuentro, sostenida en la concepción cristiana del ser
humano, de la vida y de la historia. Nos comprometemos con el diálogo como
método institucional para ayudar a crecer en corresponsabilidad y edificar la
solidaridad que promueve la justicia y la paz.
Orientan
nuestra tarea tres principios fundamentales:
-
El reconocimiento de la dignidad de la persona,
abierta a la relación con Dios y con los otros, capaz de comunión y servicio y
llamada a realizar esta vocación en plenitud.
-
El derecho que tiene toda persona a la educación y
formación para alcanzar su desarrollo integral.
-
La educación católica como parte de la misión
evangelizadora de la Iglesia, servicio y anuncio de la redención obrada por
Cristo, que restaura y plenifica en la persona la dimensión de relación filial
con Dios, y fraterna de comunión con los otros.
Nuestra pedagogía
-
Personalizada: parte
de la originalidad de cada una de las personas respetando y adaptándose al
ritmo particular de crecimiento y maduración, valorando e integrando las
aspiraciones, deseos, frustraciones que configuran el perfil concreto de
cada joven.
- Integral: ofrece
cauces que les ayuden a encontrar el significado global de su vida, integrando
todas las dimensiones de la persona frente a una sociedad que desunifica a la
joven, potenciando iniciativas que la lleven hacia una vida sana y honrada.
- Liberadora: busca el despliegue de sus
potencialidades, rescatando valores, favoreciendo el desarrollo de su autonomía en solidaridad.
- Proactiva: ayuda a la joven a ser protagonista de su propia
formación integral. Parte de la realidad de la joven y de sus circunstancias,
en la perspectiva de una actitud afirmadora de la existencia.
-
Creativa: busca en cada circunstancia la forma más adecuada
de ayudar a la joven, apoyada en la Pascua de la novedad de Jesús, se mantiene
abierta a las necesidades,
características y aspiraciones del mundo adolescente para encontrar respuestas
flexibles, y nuevos caminos que a la vez sean capaces de producir nuevas
experiencias.
- Festiva: en
esta época marcada muchas veces por la falta de sentido de la existencia,
proponemos el descubrimiento de “la alegría del Evangelio [que] llena el
corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan
salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del
aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” (Santo Padre Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium n.1). En este marco, los espacios de encuentro se
presentan como un lugar de identificación personal, de ahí el empeño por
ofrecer cauces a una diversión sana, a iniciativas que favorezcan la
realización de la joven y la ayuden a descubrir y experimentar el verdadero
sentido de la fiesta y de la alegría vividas en común.
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